domingo, 18 de marzo de 2012

Extremo y Duro.


"Me da vértigo el punto muerto
y la marcha atrás,
vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gas-oil.

Me angustia el cruce de miradas,
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.


Me arruinan las prisas y las faltas de estilo
el paso obligatorio,
las tardes de domingo y hasta la linea recta.

Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran a sus ideales
sobre los de cualquiera

Me cansa tanto tráfico
y tanto sin sentido
varado frente al mar mientras el mundo gira."

martes, 28 de febrero de 2012

Precipicios.


No dudaría en seguirte los pasos si eso supusiera en mí desventuradas sonrisas. Hace un tiempo que mis sonrisas demuestran más mi extrema sensibilidad, antes de significar felicidad.

Lograron convertir mis días en precipicios, de los cuáles supe huir, desconociendo mi paradero. Un precipicio no podía significar un final. Y no sé si fue porque huí, pero los días sin magia son los peores en mis recuerdos. 

Todo parece haber cogido otro pulso, enmendando las palabras no recicladas.

Me contaron también que los miedos compartidos, son más fáciles de llevar.

domingo, 26 de febrero de 2012

sábado, 25 de febrero de 2012

Raíces.



Árbol soy, amor mío. Mis raíces
bajo tu sangre crecen.
Soy todas esas venas que en tu carne
luchan y se retuercen.
Soy la raigambre toda de tu pueblo.
Sus calles. Y sus frutos. Y sus viernes.


Heme aquí, sacudido, vigilando,
lleno de ramas verdes,
protegiendo tu alma con mis hojas,
defendiendo tus besos con mis dientes,
sembrando este amor mío como un ojo
debajo de tu vida y de tu muerte.


Amanezco cantando y anochezco
todo lleno de heridas. Pero siempre,
en todo y sobre todo, soy un árbol
que te hunde raíces mientras duermes.


Y cuando sueño te derramo adentro 
una baranda de arbolitos verdes.



sábado, 7 de enero de 2012

ENORME.

"Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma.

Y uno aprende que el amor no significa acostarse.

Y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender que  los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes…y los futuros tienen su forma de caerse por la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que, si es demasiado, hasta el calor del Sol puede quemar.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno es realmente fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y así cada día.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien, porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás con una persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo aprendes que los verdaderos amigos son contados y que quien no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de falsas amistades.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en momentos de ira siguen hiriendo durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es atributo sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, es muy probable que la amistad jamás sea igual.

Con el tiempo te das cuenta que aun siendo feliz con tus amigos, lloras por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá multiplicadas las mismas humillaciones o desprecios.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el sendero del mañana no existe.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas y forzarlas a que pasen, ocasiona que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás a los que se marcharon.

Con el tiempo aprenderás a perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, pues ante una tumba ya no tiene sentido.

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo..."


Borgues.

martes, 15 de noviembre de 2011

Noria.

Por mucho que odie estar subida constantemente en una noria, he de reconocer que me he enamorado de sus subidas y bajadas...

Me llena de mil recuerdos e ilusiones cada subida y me alimenta de pánico y fervor cada bajada. Recuerdo cuanto odiaba subirme a una de esas norias revestidas por luces intensas y asientos incómodos, pero lo que más detestaba eran esas bajadas que hacían sentirme débil, como un trapecista cruzando un fino cordón de nailon, con el miedo de caer y de que no esté colocada la red...

                            

Sin embargo a día de hoy ya no me asusta esa noria porque sé que yo soy más fuerte que ella, me fascinan sus subidas y bajadas, porque cada subida me da la vida, y cada bajada me hace valorarla mucho más..
Porque, mientras yo esté subida en la noria, se que tú estás ahí...

viernes, 4 de noviembre de 2011

Aleluya.


Aleluya. El tiempo pasa y yo sigo viviendo, con los dolores y las ausencias de siempre pero sigo viviendo. Con la suerte y la muerte a la vista, con los petirrojos y los buitres, con el alma en pena y la cordura casi loca, con las cenizas del olvido y el pan duro de las promesas. Pero sigo viviendo.

Aleluya. En alguna rara ocasión mi soledad se llena de prójimas y mis brazos abrazan y abrasan. Mi memoria viaja de noche en noche; mis jardines, de amanecer en amanecer.

De todos los puentes cruzo el más frágil: el que une tu desolación con mi consuelo, y mi consuelo con tu desolación. Acaricio los pinos antes de que en el próximo vendaval besen el suelo.



Aleluya. Cuando encuentre la verdad aún estaré a tiempo para llevar a mi infancia conmigo y clavarla luego como un afiche en la pared de la cocina. Nos vamos para volver; volvemos para irnos de nuevo. El tiempo es un viaje de escalas infinitas donde aprendemos y enseñamos algo.

Aleluya. Piso tantos umbrales que los pies denudos me arden. Desde esos umbrales imagino el infierno, pero de pronto recuerdo (aleluya x 2) que soy ateo, tanto de Dios como del diablo.

Vivir aquí, en los arrabales del universo, no está tan mal. Dos por tres vienen pájaros curiosos, con su experiencia del espacio, y acaban colgándose en un crepúsculo de árboles. Crecimos en un exilio de la esperanza, sin advertir que era un exilio de la nada.

Aleluya. La nada también puede ser todo y los otros también pueden ser nosotros. Si la tristeza nos empapa con su lluvia, digamos aleluya aleluya, primero despacito y luego en alarido, para que al fin nos encierren, así sea medio por azar, en las mazmorras de la alegría.



miércoles, 20 de julio de 2011

¿Cómo transcurre pues la vida?


Día tras día, nos esforzamos valerosamente por representar nuestro papel en esta comedia fantasma. Como primates que somos, lo esencial de nuestra actividad consiste en mantener y cuidar nuestro territorio de manera que éste nos proteja y nos halague, en subir o no bajar en la escala jerárquica de la tribu y en fornicar de cuantas formas podamos –aunque no fuere más que en fantasía—tanto por el placer como por la descendencia prometida.



Para ello, empleamos una parte nada desdeñable de nuestra energía en intimidar o seducir, pues ambas estrategias bastan para asegurar la conquista territorial, jerárquica y sexual que anima nuestros conatos. Pero nada de todo ello lo percibe nuestra conciencia. Hablamos de amor, del bien y del mal, de filosofía y de civilización, y nos aferramos a esos iconos respetables como la garrapata a su perrazo caliente.
         
       A veces, sin embargo, la vida se nos antoja una comedia fantasma. Como sacados de un sueño, nos observamos actuar y, helados al constatar el gasto vital de energía que requiere el mantenimiento de nuestros requisitos primitivos, inquirimos estupefactos dónde ha quedado el Arte. Nuestro frenesí de muecas y miradas nos parece de pronto el colmo de la insignificancia, nuestro cálido nidito, fruto del endeudamiento de veinte años, una vana costumbre bárbara, y nuestra posición en la escala social, tan duramente alcanzada y tan  eternamente precaria, de una zafia vanidad.





En cuando a nuestra descendencia, la contemplamos con una mirada nueva y horrorizada porque, sin el barniz del altruismo, el acto de reproducirse se nos antoja profundamente fuera de lugar. Sólo quedan los placeres sexuales; pero, arrastrados en la corriente de la miseria primigenia, vacilan ellos también, pues la gimnasia sin el amor no encuentra cabida en el marco de nuestras lecciones bien aprendidas. La eternidad se nos escapa.


Tales días, en los que naufragan en el altar de nuestra naturaleza profunda todas las creencias románticas, políticas, intelectuales, metafísicas y morales que años de educación y cultura han tratado de imprimir en nosotros, la sociedad, campo territorial agitado por grandes ondas jerárquicas, se sume en la nada del Sentido. 
           
Adiós a los pobres y a los ricos, a los pensadores, a los investigadores, a los dirigentes, a los esclavos, a los buenos y a los malos, a los creativos y a los individualistas, a los progresistas y a los conservadores; ya no son sino homínidos primitivos cuyas muecas y sonrisas, gestos y adornos, lenguaje y códigos, inscritos en el mapa genético del primate medio, sólo significan esto: representar su papel o morir.


Esos días uno necesita desesperadamente el Arte. Aspira con ardor a recuperar su ilusión espiritual, desea con pasión que algo lo salve de los destinos biológicos para que no se excluya de este mundo toda poesía y toda grandeza. 


"La elegancia del erizo" Muriel barbery.

miércoles, 4 de mayo de 2011

.oeseD

El deseo nos empuja y nos crucifica, llevándonos cada día al campo de la batalla donde, la víspera, fuimos derrotados, pero que, al alba, de nuevo se nos antoja terreno de conquistas; nos hace construir, aunque hayamos que morir mañana, imperios abocados a convertirse en polvo, como si el conocimiento que de su caída próxima tenemos no alterada en nada la sed de edificarlos ahora; nos insufla el recurso de seguir queriendo lo que no podemos poseer y, al llegar la aurora, nos arroja sobre la hierba cubierta de cadáveres, proporcionándonos hasta la hora de nuestra muerte proyectos al instante cumplidos y que al instante se renuevan. Pero es tan extenuante desear sin tregua…Pronto aspiramos a un placer sin búsqueda, soñamos con un estado feliz que no tendría comienzo ni final y en el que la belleza ya no sería ni fin ni proyecto, sino que se devendría la evidencia misma de nuestra naturaleza.

"La elegancia del erizo"  Muriel  Barbery




miércoles, 13 de abril de 2011

Por el placer de p e l e a r.

"Tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes."

Muriel Barbery - La elegancia del erizo


Dicen que sólo lo que aparentemente se nos muestra inaccesible es lo que nos atrae, por el placer de pelear.
Yo siempre he creído que sólo nos atrae lo evidente, y a veces, las espinas son la mayor evidencia. Si hay cofre es porque hay tesoro, si hay fortaleza es porque hay reino, y si hay espinas.... si hay espinas, definitivamente tiene que haber algo.


domingo, 10 de abril de 2011

Mañana por la mañana.

Esta noche me huele a tormenta, esta noche revienta.

Esta noche la luna se esconde y se viste de gris.

Esta noche me pido primero para ir a rondarte a tu puerta.
A esta noche le faltan dos ceros, a esta noche le fallan las cuentas.



Esta noche me sabe a ceniza y a chicle de menta.

Esta noche si puede te atiza, y te deja morir.
Esta noche no quiere "te quieros" ni quiere regar con reproches su huerta.
A esta noche le pueden los celos, esta noche se queda a dos velas.





Nada más empezar la partida he perdido las ganas.
¿Qué más da? Esta noche se llama mañana por la mañana.
He aprendido que, a pesar de todo, esta noche está llena de ganas.
Esta noche se llama mañana por la mañana.




Esta noche te puede escupir, y no te das ni cuenta.

Esta noche fugaz se calienta y se puede fundir.
Esta noche me siento más viejo que la última noche que estuve de fiesta.
Esta noche no pide consejos, esta noche no tiene paciencia.



Esta noche no sabe pedir las cosas por las buenas.

Esta noche se pone muy borde si me ve salir.
A esta noche le queda mechero y le queda más noche que la que te cuenta.
Esta noche no sé lo que quiero, esta noche no tiene vergüenza.









jueves, 7 de abril de 2011

Elige.

¿Por qué el humo del cigarrillo nunca vuelve al cigarrillo? ¿Por qué se separan las moléculas entre sí? ¿Por qué una gota de tinta nunca se recompone? Porque el universo se mueve hacia un estado de disipación. Es el principio de entropía. La tendencia del Universo de evolucionar hacia un estado de desorden creciente. El principio de entropía está relacionado con la flecha del tiempo, un resultado de la expansión del Universo, pero ¿qué ocurrirá cuando las fuerzas gravitatorias contrarresten las fuerzas de expansión? ¿O la energía del vacío cuántico sea muy débil? En ese momento el Universo podría entrar en una fase de contracción: el Big Crunch. ¿Qué será entonces del Tiempo? ¿Se invertirá? Nadie sabe la respuesta…    

(...)

No podemos volver atrás, por eso cuesta elegir. Hay que tomar la decisión correcta. 
Mientras no elijas, todo sigue siendo posible.


                          

Estudio el tiempo, ya sabes, eso que hace que las cosas no pasen todas a la vez.

(...)

Todo podria haber sido otra cosa y hubiese tenido el mismo sentido.

(...)


En ajedrez se llama zugzwang cuando la única jugada posible es no mover.

(...)



El niño lo está desmontando. Ya no lo necesita más. Antes era incapaz de hacer una elección porque no sabia lo que iba a pasar. Y ahora que sabe lo que va a pasar es incapaz de hacer una elección.






Las vidas posibles de Mr.Nobody.














martes, 5 de abril de 2011

EINMAL IST KEINMAL (¿¡!?)

Sintió en su boca el suave olor de la fiebre y lo aspiro como si quisiera llenarse de las intimidades de su cuerpo. Y en ese momento se imaginó que ya llevaba muchos años en su casa y que se estaba muriendo. De pronto tuvo la clara sensación que no podría sobrevivir a la muerte de ella. Se acostaría a su lado y querría morir con ella

Conmovido por esa imagen hundió en ese momento la cara en la almohada junto a la cabeza de ella y permaneció así durante mucho tiempo.....Y le dio pena que en una situación como aquella, en la que un hombre de verdad sería capaz de tomar inmediatamente una decisión, él dudase, privando así de su significado al momento mas hermoso que había vivido jamás (estaba arrodillado junto a su cama y pensaba que no podría sobrevivir a su muerte). 

Se enfadó consigo mismo, pero luego se le ocurrió que en realidad era bastante natural que no supiera que quería: El hombre nunca puede saber que debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores. No existe posibilidad alguna de comprobar cual de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. 

Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero que valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro. 
(...)





La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. 

Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes. 


"La insoportable levedad del ser." Milan Kundera.

jueves, 31 de marzo de 2011

Todo cae por su propio peso.

Me has conocido en un momento extraño de mi vida.

martes, 29 de marzo de 2011

Vivir a d r e d e

Cada existencia tiene sus vaivenes, que es como decir sus pormenores. El tiempo es como el viento, empuja y genera cambios. De pronto nos sentimos prisioneros de una circunstancia que no buscamos sino que nos buscó. Y para liberarnos de esa gayola es imprescindible pensar y sentir hacia dentro, con una suerte de taladro llamado meditación. De pormenor en pormenor vamos descubriendo el exterior y la intimidad, digamos el milímetro de universo que nos tocó en suerte. Y sólo entonces, cuando encontramos al muchacho o al vejestorio que lleva nuestro nombre, sólo entonces los pormenores suelen convertirse en pormayores.
                                                  


Mario BENNEDETI.

¿Capaz o incapaz?

Me gusta jugar a las tabas. Y al monopoly, pero sólo cuando soy la banca.
Me encanta jugar a las canicas, siempre gano. El juego de la oca es una idiotez. Aunque menos que las damas, el cubo de rubbik, y todas esas tonterías de los países del este.
Las adivinanzas no son lo mío. Los dados, las cartas y la rayuela... están bien.
El corre que te pillo tiene un pase, pero eso es todo.
Pero hay un juego al que jamás hay que jugar. He dicho JA-MÁS.
Aunque os lo proponga vuestro mejor amigo.
Me refiero a dejarse sepultar en un bloque de hormigón.


¡Aviso! Si no la has visto NO veas el vídeo.

                                             

La vita è bella.


-Bueno, adiós. Ha sido muy gentil conmigo. Ahora voy a tomar un buen baño caliente.
-Ah... me olvidaba decirte que...
-Dilo.
-Que tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes ni imaginar. Pero esto no se lo diré a nadie. Sobre todo a tí. Deberían torturarme para obligarme a decirlo.
-¿A decir qué?
-Que quiero hacer el amor contigo. No una vez solo, sino cientos de veces. Pero a tí no te lo diré nunca. Solo si me volviera loco te diría que haría el amor contigo, aquí, delante de tu casa, toda la vida.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Hay veces que m u e r d e.

Duele, la vida como un puñal hay veces que duele
y nada tiene que ver con tu boca
que hecha para besar hay veces que muerde
que anuncia cordura y a veces se vuelve loca
Duele porque la piel no es materia inerte

Duele porque el querer es dolerse a veces.

Tiembla, la vida como con miedo
hay veces que tiembla
y nada tiene que ver con el aire
que mueve tu ropa en noches de luna escueta
que aprieta suelta y evoca y me enloquece
tiembla por los latidos que tu provocas
y también porque el querer es temblar a veces.

Vive, la vida por compasión
hay veces que vive
y nada tiene que ver con la muerte
Y cuando llegue ese instante
déjame verte
que no hay mayor libertad
que tenerte enfrente
y que nadie sea absuelto
por no quererse
y vive porque el querer es vivir dos veces
.






viernes, 4 de marzo de 2011

Pero...



Que se arruinen los canales de noticias ¡con lo mucho que odio la televisión!Que se vuelvan anticuadas las sonrisas y se extingan todas las puestas de sol.
Que se supriman las doctrinas y deberes.
Que se terminen las peliculas de acciónQue se destruyan en el mundo los placeres y que se escriba hoy una ultima canción
                                                  



Que desaparezcan todos los vecinos y se coman las sobras de mi inocencia.
Que se vayan uno a uno los amigos y acribillen mi pedazo de conciencia.
Que se consuman las palabras en los labios.
Que contaminen todo el agua del planeta o que renuncien los filántropos y sabios y que se muera hoy hasta el último poeta.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Levedad VS. Peso


El vértigo no es el miedo a caer, sino el pánico que nos provoca sucumbir al deseo de tirarnos.

(...)(...)(...)


Todos consideramos impensable que el amor de nuestra vida pueda ser algo leve , sin peso; creemos que nuestro amor es algo que tenía que ser; que sin él nuestravida no sería nuestra vida. Nos parece que el propio huraño Beethoven, con su terrible melena, toca para nuestro gran amor su ‘es muss sein’.


(…)(…)(…)


La amó desde la infancia hasta el momento en que la acompañó al cementerio, y la amaba hasta en el recuerdo . De ahí nació en el la idea de que la fidelidad es la primera de todas las virtudes; la fidelidad le da unidad a nuestra vida que, de otro modo, se fragmentaría en miles de impresiones pasajeras como si fueran miles de añicos .







(…)(…)(…)


Un drama vital siempre puede expresarse mediante una metáfora referida al peso. Decimos que sobre las persona cae el peso de los acontecimientos. La personasoporta esa carga o no la soporta, cae bajo su peso, gana o pierde.


(…)(…)(…)

Es un amor desinteresado : Teresa no quiere nada de Karenin. Ni siquiera le pide amor. Jamás se ha planteado los interrogantes que torturan a las parejas humanas: ¿me ama?, ¿ha amado a alguien más que a mi?, ¿me ama más de lo que yo le amo a él? Es posible que todas estas preguntas que inquieren acerca del amor, que lo miden, lo analizan, lo investigan, lo interrogan, también lo destruyan antes de que pueda germinar. Es posible que no seamos capaces de amar precisamente porquedeseamos ser amados, porque queremos que el otro nos dé algo (amor), en lugar de aproximarnos a él sin exigencias y querer sólo su mera presencia.
Y algo más. Teresa aceptó a Karenin tal como era, no pretendía transformarlo a su imagen y semejanza, estaba de antemano de acuerdo con su mundo canino, no pretendía quitárselo, no tenía celos de sus aventuras secretas.





"La insoportable levedad del ser " Milan Kundera.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Por su Madonna llevo mi nombre.

No encuentro paz, y combatir no puedo;

y espero, y temo; y ardo, y hielo soy;

y vuelo sobre el cielo, y yazgo en tierra;

y todo el mundo abrazo, y nada aprieto.



Alguien me tiene preso, y no me abre,

ni cierra, ni me deja, ni retiene;

y no me mata Amor, y no me libera,
y ni me quiere vivo, ni molesta.



Sin ojos veo, y sin lengua grito;

y ansío perecer, y pido ayuda;

y a mí mismo me odio, y amo a otro.



Nútrome de dolor, llorando río;

tanto morir como vivir me hastía:

por vos, señora, en tal estado estoy.




FRANCESCO PETRARCA   a Laura de Noves

domingo, 5 de diciembre de 2010

¿Amor?

Mi objetivo es comprender el amor. Sé que estaba viva cuando amé, y sé que todo lo que tengo ahora, por más interesante que pueda parecer, no me entusiasma.
Pero el amor es terrible: he visto a mis amigas sufrir, y no quiero que eso me suceda a mí. Ellas, que antes se reían de mí y de mi inocencia, ahora me preguntan cómo consigo dominar a los hombres tan bien. 

Sonrío y callo, porque sé que el remedio es peor que el propio dolor: simplemente no me enamoro. Cada día que pasa veo con más claridad que fragiles son los hombres, inconstantes, inseguros, soprendentes... algunos llegaron a hacerme proposiciones, yo las rechacé. Antes, me sorprendía; ahora creo que forma parte de la naturaleza masculina.
Aunque mi objetivo sea comprender el amor, y aunque sufra por culpa de las personas a las que entregué mi corazón, veo que aquellas que tocaron mi alma no consiguieron despertar mi cuerpo, y aquellas que tocaron mi cuerpo no consiguieron llegar a mi alma.



Me lo encontré. Me encanta.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Si me dijeras que me quieres...

Dime que me quieres. Dímelo. Dímelo y me olvido hasta de respirar. Pero dime algo a lo que me pueda agarrar.
No me obliges a tener que olvidarte...

martes, 19 de octubre de 2010

...

Verás, a mi lo que me va es ¡tumbarte en el suelo! Para decir con la mirada lo que con mi voz no puedo...

martes, 12 de octubre de 2010

Constelación de lunares.

Cuando se despertó y se giró, se encontró su espalda desnuda. La sábana a la altura de su cadera, su melena sobre la almohada y aquellos lunares preciosos adornando su espalda. No entraba luz por la ventana, la persiana estaba totalmente cerrada, pero no hacía falta. Veía su silueta girada contra el colchón.

Entonces se dio cuenta de que ya estaba. Se había enamorado, ya no habría ninguna otra. La miraba y se le hinchaba el corazón, y como se le hinchaba el corazón se le encogía el estómago (porque todo junto no cabe). Y con sus dedos recorrió sus lunares, dibujando constelaciones y cielos infinitos. Y sintió ese amor clásico de película, de miradas llenas de ternura y sonrisas tontas y bobaliconas, aquel que tantas veces había criticado y había llamado ñoño y pasteloso... casi tantas como había deseado vivirlo.

lunes, 11 de octubre de 2010

Sin regreso.

Prefiero discutir contigo que hacer el amor con otro.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

En busca de la felicidad.

Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera yo. 
Si tienes un sueño, vé a por él. 
La gente que no lo consiguió te dirá que no lo lograrás, pero si tienes un sueño, persíguelo, y punto.


 



Mi romanticismo idílico...o algo así.

Despiertas.

Lo sé porque noto cómo te estiras y desperezas, ahogando un gruñido que empieza grave y va haciéndose más agudo según te vas estirando como un gato más y más, hasta tocar el cabecero de la cama con las manos.

Sonrío un poco, sé que no quieres despertarme y por eso no gritas al estirarte, como estoy seguro que haces cada vez que te despiertas. Algún día te pediré que lo hagas, si es que esto dura más y cogemos más confianza, o si por algún motivo ajeno a todo esto que nos está pasando ahora, despertamos juntos una mañana cualquiera.

Silencio.

Te has girado, me estás mirando y pensando, seguro, pensando a saber qué. (¡Qué pereza! ¡Qué vergüenza! ¡Cómo me duele la cabeza! Que no se despierte y me vea con estas pintas. Ron y tequila es una mala mezcla. ¡Qué resacón llevo encima!).

Yo mantengo los ojos cerrados. Debe estar entrando luz por la ventana, y deben ser las doce o así. No lo sé. Ni me importa. En medio de todo este pestazo a tabaco, hay olor a ella por todas partes, sobre todo en la almohada, yo me estaría aquí todo el día. Pero ella no.

Se ha levantado de la cama, despacito y en silencio, y camina de puntillas hacia el espejo. La oigo resoplar. (¡Qué pelos! ¡Qué cara! ¡Qué todo!) Me gustaría levantarme de repente, que ella se girase a mirarme, con todo su rímel corrido y ese pelo enmarañado y yo gritarle un ¡GUAPA! que me oyesen hasta en la calle -y eso que estamos en un sexto piso-. A ver si así le sacaba una sonrisa resacosa, de esas que hacen bella a la más desarreglada, de esas que me enamoran a mí.
Vaya, me conseguiría enamorar. Pero sólo durante los escasos segundos que durara ese momento -que esto son palabras mayores-, el resto del día desde que saliese de su casa a lo mejor pensaba en el buen tiempo, el concierto del sábado, cargar el móvil, quéculotienelavecina, comer y dormir, pero no en ella. Y a lo mejor mañana tampoco.

Se oye un bostezo.

Me gusta que al acabar de bostezar la gente deje un resquicio de voz, como ….uahhh. Ella lo acaba de hacer, y si no me equivoco ahora está buscando su ropa interior. Suerte. Lo hace rápido, con sigilo, delicadeza, lo convierte en un arte. Ahora, sobria, seguro que se avergüenza un montón de estar desnuda a plena luz del día y delante de mí. ¿Estrías, michelines, o quizás pelos?

¿De qué te avergüenzas –me gustaría preguntarle-, de tu cuerpo o de que yo pueda verlo? Te tiraría a la cama y te mordería la oreja hasta que lograses comprender qué estamos haciendo los dos aquí, a lo mejor te susurraría algo bonito para que dejaras de poner esa cara tan fea cuando te miras al espejo, o a lo mejor bajaría al cuello, y luego más abajo, para ver cómo te ausentas de ti misma y dejas de una vez de pensar en bobadas.
Pero aquí sigo, sin moverme y espiándola a cada sonido que emite. Suena un deslizar de ropa: parece que acaba de encontrar sus bragas. Lástima. Yo, para ella, sigo dormido. Y qué bien huele esta almohada, joder, será el suavizante, yo qué sé.

Pin, pin, pin: camina de puntillas hacia el baño. Abro un poquito los ojos, y consigo distinguir unas bragas negras que salen de la habitación. Desaparecen.
Me incorporo. ¡Jodido garrafón! No puedo ni mirar directamente a la ventana. Oigo correr el agua. A mi sí que me vendría bien una ducha. Miro a la mesilla de noche: las dos y diez. ¡No jodas! Me tengo que ir cagando leches. Suena la caldera: sí, se está duchando. Mira que me sabe mal escapar, así de repente, pero no me queda otra. La esperaría, pero las tías en la ducha, ya se sabe. Me visto a toda velocidad.
La oigo tararear algo de trompetillas de alguna canción ska, el caso es que me suena. Joder, son y cuarto. Si corro, pillo el bus. ¿La niña tampoco podía vivir más cerca?

Lalalaaaaa lalaaaaaaa. Y además desafina. Se me escapa una risilla. No canta bien, de eso no cabe duda.
Cojo la chaqueta y salgo de su habitación. Me paro delante de la puerta del baño y no puedo evitar el pensar en mí, entrando y metiéndome en la ducha, dándole un beso debajo del agua y diciéndole al oído: Por favor, no te dediques al canto. Pero me tendría que volver a quitar la ropa, y quedarme un buen rato para lo que -inevitablemente- vendría después, y así ya sí que no cojo el autobús ni de coña. Pero me tienta la idea.
Salgo de su casa y bajo rápidamente las escaleras, maldiciendo el ascensor estropeado ¿Cómo pudimos subirnos seis pisos anoche con la que llevábamos?

Ya abajo, diviso el autobús en la parada. ¡Joder! Corro, corro, corro, ¡bien! el busero me ha visto venir, qué suerte. Vaya, no tengo el abono en este bolsillo. Ni en éste. Ni en la chaqueta. Ni en…. Mierda, ¿lo habré perdido? Vamos, no, esto debe ser una broma. Que no tengo un duro, jodeeeer. De repente algo naranja cae del cielo a unos cuantos metros de mí, voy a por ello como las balas, lo cojo: mi abono. ¡Uff!
Instintivamente, miro arriba, y allí está ella, asomada desde un sexto piso, diciéndome adiós con la mano.
Mira… lo siento, pero… es que tengo que hacerlo.
¡¡¡¡¡¡¡GUAPA!!!!!!!

Y me parece ver retumbar las paredes de tu edificio y todo. Miro atrás y todo el autobús me observa, unas señoras se han tapado los oídos con expresión de disgusto.

Por fin subo al dichoso autobús, pico el abono en la maquinita, el autobusero me mira.
Vaya, sí que es guapa tu novia, ¿eh? – comenta con sorna.

Asiento con la cabeza, la verdad es que me gustaría volver a verla y morderle la oreja y decirle un par de cosas al oído que le hicieran olvidarse de todas sus
imperfecciones, y luego bajar por su cuello...