martes, 27 de julio de 2010

L O V E A C T U A L L Y

Siempre que me siento pesimista por como está el mundo pienso en la puerta de llegadas de un aeropuerto. La opinión general da a entender que vivimos en un mundo de odio y egoismo, pero yo no lo entiendo así. 


A mi me parece que el amor está en todas partes. A menudo no es especialmente rencororos ni tiene interés periodístico, pero siempre está ahí. Padres e hijos, madres e hijas, maridos y esposas, novios, novias, viejos amigos... 


Cuando los aviones se estrellaron contra las torres gemelas, que yo sepa, ninguna de las llamadas telefónicas de los que estaban a bordo fue de odio y venganza, todos fueron mensajes de amor.
 


Si lo buscais, tengo la extraña sensación de que descubrireis que el amor en realidad está en todas partes.

jueves, 15 de julio de 2010

Dime lo que quieres que sea, y lo seré por ti./ Eres tonto./ Podría serlo.

¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante? Yo sí...

Bien esto es lo que hacemos, discutir. Tú me dices cuando soy un arrogante hijo de puta y yo te digo cuando eres insoportable. Lo que eres, el 99% del tiempo, pero no te duele porque tienes un efecto de rebote de un segundo y ya vuelves a la carga.

Les costaba ponerse de acuerdo. De hecho, rara vez estaban de acuerdo. Discutían todo el tiempo y se desafiaban todos los días. Pero a pesar de sus diferencias tenían algo importante en común: estaban locos el uno por el otro.


Hay muchas formas de quererse, ¿sabes? Pero la suya era... total. Un amor puro, increíble, alucinante. Un amor especial como hay pocos. Y ellos lo sabían. Todos los enamorados del mundo creen que su amor es único y distinto, pero el de ellos si lo era. Estaban hechos el uno para el otro, se tenían y deseaban fundirse en uno solo, cuando estaban juntos el tiempo se aceleraba, y cuando estaban separados se hacía eterno. Cada beso, cada caricia, era un puro sentimiento desnudo. Podían pasarse horas mirándose a los ojos y nada más, pero cuando se acariciaban, se besaban... entonces, no hay palabras para describir esa emoción.

En tiempos de desdicha y sufrimiento, te abrazaré, te acunaré y haré de tu dolor el mío. Cuando tú lloras, yo lloro, cuando tú sufres, yo sufro. Juntos intentaremos contener el torrente de lágrimas y desesperación, y superar los misteriosos baches de la vida.






                                                                                                                            El diario de Noah.

Sin promedio, cegado.

Esperas estar equivocado. Cuando hace algo malo lo ignoras, cuando hace algo bueno te conquista de nuevo... y pierdes la discusión contigo mismo de que no te conviene.